Miedo. Miedo a perder, a perderse. Miedo a amar, a amarse. Miedo a las arañas, al futuro, al pasado y al presente. Miedos de noche o de día. Silenciosos, ocultos o exuberantes. Miedo a llegar alto o a quedarse en lo bajo.
Ese miedo del que tanto hablamos.
Encontré en mi otro miedo, el miedo a no sentir miedo. Que nada me impulse a superarme o a arriesgarme. Que no vuelva a generar adrenalina y sentir palpitaciones. Miedo a que un día todo parezca terrenal y sencillo.
Ahora puedo decir que ese tan famoso miedo es mi mejor amigo.