lunes, 25 de noviembre de 2013

Calma

Me quise quedar callada
ante tanta hipocresía.
No es furia, es simpatía.
Esa que me ayudaba a entender
lo que yo poseía y ellos carecían.

Preferí el lugar tranquilo
ante tanto conventillo.
No es miedo ni falta de interés,
es silencio, es respeto
en un mundo al revés.

Otros prefieren figurar,
afirman que eso es "madurar".
Hablan, comentan, inventan respuestas.
No es que no quiera saber,
solo que yo prefiero abrir puertas.

Me deleito escuchando el silencio.
Suele hablarme y vive diciendo:
Los gritos mienten, los gritos duelen.
Yo no entiendo que buscan hacer,
si fuera poesía o música, pero no lo es.

                                     Victoria Leiva

viernes, 22 de noviembre de 2013

Diariamente

Me agrada imaginar
pero me cuesta el afrontar.
Si poseer una sintética guía que confunde mis sentidos en un error,
no sé cómo una canción tiene color.

Así, diariamente, se construye mi ilusión. 
Baso mi día en idealizar,disfrutando la ausencia de realidad.
Mezclando imágenes con sabores,
y cayendo en una sobredosis de pasiones. 

Cada día tomo del sol un rayo,
y me lo inserto en los ojos
para nutrir mis pupilas con su energía
y que puedan aguantar una gran dosis de alegría. 

Diariamente, una dieta basada en ideas deshidratadas,
de esas que solo se compran con magia.
Se introducen en algo llamado tiempo,
y exprimen su jugo hasta que ya no quede nada.
Victoria Leiva

jueves, 21 de noviembre de 2013

Querer ser libre sin estar en prisión

Querer ser libre sin estar en prisión
es como quejarse del ruido cerca de un sordo,
es como amar el frío en verano y el calor en invierno.
¿Qué nos sucede?
Si esto de prisión no tiene nada
y de libertad aquí sobran toneladas.
Dime si ves barrotes cuando te despiertas por la mañana,
o si el sol te castiga de noche por cerrar tus pestañas.
Estamos como queremos.
Siempre no que no podemos es por que no queremos, claramente.
¿Humanos?
No estamos atados a nada más que al tiempo.
Decimos estar aprisionados en la rutina y en los labores,
pero nada nos detiene, no existen esos barrotes.
Ni siquiera tenemos la certeza de que la muerte sea una celda.
Entonces,
¿De qué nos quejamos?
No somos otra cosa que humanos. 
Victoria Leiva

lunes, 18 de noviembre de 2013

Diagnóstico de un Ser

Quiero, quiero, quiero.
Nunca tengo.
Sueño, espero anhelo.
Nada me muevo.
Suelo tener miedo a soltar el suelo
y sufro de pánico a las alturas,
por eso no vuelo.
Pero dentro de una simulada comodidad,
digamos que estoy cómoda.
De todo me quejo, mucho me sobra.
Dentro de esta zona, no existe un amazonas.
No lo quiero.
Soy alérgica al pasto y a ser una deshonra.
Un médico viendo mi grave situación
me ofreció de brazos una amputación.
Me contaba la ventaja
de en vez de brazos tener alas.
Las plumas se mojan con la lluvia,
le dije, además le temo a las alturas.
Me diagnosticó demasiado humano
y me recetó un poco de locura.
No la compré.
No se si tengo una cura.
Victoria Leiva.

domingo, 17 de noviembre de 2013

El miedo y el deseo de olvidar

Esa tarde del mismo martes en que me descubrí
ocurrió otro cambio en mi vida,
más que un cambio fue una epifanía.
Me di cuenta que estaba comenzando a olvidar.
El motor de mis pensamientos frenó y dejó de imaginar. 

Entonces un viaje al pasado tuve que emprender.
A un lugar asombroso, con principio y final
pero que al mismo tiempo dura una eternidad.
Lo que quiero explicar es que uno nunca se libra del pasado.
Es por eso que es imprescindible no olvidarlo.

No quiero que me malinterpreten.
No busco que viven añorando lo vivido sin vivir en el presente.
El "pasado pisado" es lo que fue
y por más que pasen días y noches llorando de melancolía
el no va a cambiar su obstinada forma de ser.

Sabemos el comienzo de este juego sin fin
una película sin género, sin freno.
No busquemos olvidar, añoremos recordar,
creer que un cambio siempre va a tener lugar.
Soñar, Buscar, Crear.

¿Cómo llegamos hasta acá?
Dudas sin respuesta,
tal vez tus pies sabrán.
Tanto caminar sin poder ver el final.
Esa es mi vida, la que quiero recordar.

Victoria Leiva.