miércoles, 28 de mayo de 2014

Un templo

En un momento comienza,
todo se basa en mover una pieza.
El miedo siempre está.
Ese gran temor de perder,
y jamás poder ganar.

Tantos deseos de intentar como de correr.
Miles de anhelos por soñar sin estar durmiendo.
Ya no se inventan poesías para comer,
sino que se escriben para hacer un templo.

Entonces salen las primeras palabras,
como un bebe que entre llantos escapa.
Las letras tiemblan al ser colocadas.
Sin embargo no tardan en convertirse en magia.

Se mecen en hojas lisas, tono marfil,
y entre algunas risas,
se escapa el humor,
llega la melancolía.




jueves, 20 de febrero de 2014

Ilusión

Si le damos al mundo más de lo que él puede,
solo nos resta esperar milagros,
por que nunca se puede dar lo que no se tiene.

Entre el universo y nuestra sombra,
sin embargo, esperamos,
esa asombrosa retribución amistosa

Lo que creemos ser un alma vacía,
no es más que un sueño,
soñando pesadillas.

Un sueño que tarde o temprano se despierta,
y en un espejo,
su naturaleza de sueño, refleja.

Sabe lo que es y sabe lo que tiene.
Entiende que puede volar,
que nada lo detiene.

Entonces el sueño vuelve a tener miedo de volar tan alto
y vacía su alma,
convirtiéndose en pedazos.

Simula ser un chiste de mal gusto
que se burla de todo aquel
que no encuentra su rumbo.

Pero es tan solo esa amarga realidad,
a veces tan amarga
que llega a sentirse el sabor dulce de la desgracia.

Tantos vacíos que no entienden de almas.
Tantos sueños que no duermen en la cama.

martes, 4 de febrero de 2014

Magia

Vi magia, y sonreí
creo que al fin entendí
que todo buen hechicero
tiene siempre un buen truco bajo la manga
para cambiar de rumbo a último momento.

Me creía débil, incapaz
ya no más...
algo me dice que la felicidad está por llegar.

Vi magia, y me sorprendí
por algún tiempo
había dejado de creer en los cuentos
quién sabe por qué
me acomodé en este mundo moderno.

Pero hoy logro ser quien soy,
con el simple deseo de no ser
quien alguna vez llegué a ser.

Al fin y al cabo, la vida se rige por constantes deseos
y quién sabe cómo, de repente,
uno se va poniendo viejo.

Entonces todo tira para no tirar más
y llegamos a creer que el carro
en vez de para adelante, va para atrás
Lloramos, lloramos,
de vez en cuando algún que otro tango cantamos.

Pero no sabemos que los acordes
a veces pueden ser desacordes
y que nada es como uno piensa que va a ser mañana
si aún...
cree en la magia.